miércoles, 26 de marzo de 2014

Una agónica lucha interior. XV Hortaleza 17 - Getafe 16 (b)


Hay partidos en los que tu rival no es el único equipo al que te enfrentas. Hay partidos en los que no juegas contra un XV, sino contra treinta. Hay partidos en los que tu oponente no es sólo el que está enfrente de ti, sino también aquel que tienes dentro, debajo, arriba, detrás, a los lados… Partidos en los que teniendo ya a un rival, el único contrario eres tú mismo. Y sólo venciéndote puedes empezar disputar el partido contra aquel al que hay que agradecer que haya venido a jugar contigo… Contra ti.





Getafe hizo lo que se esperaba de él. Son el equipo más aguerrido de toda regional. Si no están más arriba en la tabla es porque hacen honor al tótem de su escudo. Los getafenses son como lechuzas. Seres más bien solitarios que no salen a cazar en manada sino que están al acecho y aprovechan la menor oportunidad para hincar la garra. Y saben cómo hacerlo. Porque cada uno de estos seres etrigiformes puede dar un zarpazo y acabar con cualquiera de tus aspiraciones. El XV lo sabía y aun así estuvo más de 60 minutos bajo el espolón de las lechuzas.


Los hortalinos, por su parte, parecían haber perdido el rumbo. Desde el partido contra Arquitectura han experimentado una suerte de amnesia transitoria, olvidando quiénes son y a qué juegan. Ya en el partido contra CRC, el XV tuvo momentos en que no se reconocía a sí mismo y más bien parecía aquel equipo desorientado ante las carreras de Ba-Baa’s, Olímpico o Canoe de inicios de temporada. Sólo de vez en cuando abandonaba ese trozo de madera que le mantenía a la deriva para nadar tal y como impone su estilo. Pero, a veces, parece que al hacerlo se da cuenta de su agotamiento y vuelve a esa agonía cómoda que es dejarse llevar por el rival, mecerse suavemente por los márgenes de la derrota, seguir el bamboleo del tiempo hasta verse rescatado en un destello fortuito.




Así sucedió este fin de semana. No había comenzado casi el encuentro y el XV ya había encajado más puntos que minutos en el reloj. En el 12' el resultado era de 0-13 (1' Ensayo transformado, 9' Golpe convertido, 12' Golpe convertido). Todo era extraño. Los de Kiko ni siquiera conseguían imponerse en la faceta en la que más cómodo se encuentran. Porque las melés parecían atascarse, las touches pesaban más de lo normal y los maul se entorpecían fácilmente. Fuera del paquete no iba mejor la cosa. Las jugadas eran obtusas e incluso el placaje se negaba con simpleza. Sólo el calor de la zona de marca parecía hacer despertar a Hortaleza. De ahí el primer ensayo, que nació después de una sucesión de melés a poquitos metros de marca (27' Bodelón, sin transformar).


Parece que las arengas del capitán y las llamadas de atención del cuerpo técnico surtieron efecto tras el descanso. Pues, si bien los tres primeros puntos fueron para Getafe, el XV inició la segunda parte acechando la marca rival. El hostigamiento de los dragones a la 22 contraria dio sus frutos. Otra salida desde el scrum concluyó en un ensayo bajo palos después de varias fases de melé espontánea (20' Kiko, transformación de Paste). Pero los de Oti no se conformaron con estos 7 puntos. Apremiados por la posibilidad de jugar el play off, por el acecho de Olímpico y por el aliento de la grada, continuaron con sus razias al campo de Getafe. Así llegó el ensayo que puso por delante a los de casa (28' Bode, sin transformación). Pero el partido tenía que cumplir con el género del día y hubo suspense hasta casi finalizado el encuentro, cuando Getafe pidió a palos un golpe algo escorado. Minutos antes ya había conseguido tres puntos desde esa misma zona, con una patada que había entrado como si fuera un golpe de billar a tres bandas. Esta era la bola 8. Si entraba, el partido se hubiera decantado del lado de las lechuzas. Pero la bola se fue por el espacio equivocado y la victoria se quedó en Hortaleza.




El encuentro fue emocionante, tenso, con errores que hacían oscilar la batalla a cualquiera de los dos campos... Errores... Muchas veces se olvida que sobre el tapete no hay 30 deportistas sino 31. El señor es uno más de los que se divierte participando del rugby. Michaelangelo puede ser muy inocente e ingenuo, pero igual que no cree que los jugadores se equivoquen aposta tampoco cree que lo haga así el referee. En la virtud del jugador está ganar, en la del árbitro conseguir un partido limpio, dinámico y entretenido. Por eso no entiende el bochorno que tuvo que soportar en su alcantarilla. Padeció verdadera vergüenza al escuchar que, no desde la grada sino desde el banquillo, se pusiera en evidencia la labor del señor. Porque se dudaba de su honestidad en cada decisión. Poca autoridad tenemos si denunciamos las actitudes que se ven en Perales del Río cuando en Campo de las Naciones se escucha lo que se escuchó el sábado pasado.


RESUTADO FINAL: XV Hortaleza 17 - Getafe 16 (b) 

ALINEACIÓN: 1. Yankee (16. Alex), 2. Patxi, 3. Kiko, 4. Villa, 5. Marcos, 6. Ewok, 7. Parra (17. Brasas), 8. Gonzo, 9. Bodelón, 10. Pira (23. Pelut), 11. Magia, 12. Abad, 13. Raúl, 14. Peti, 24. Paste


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