martes, 18 de febrero de 2014

La hora de Inglaterra

Fuente: RBS Six Nations
Antes de que comenzara el Seis Naciones 2014 las ternas de favoritos daban en su mayoría cierta ventaja a Gales y a Inglaterra, serias posibilidades a Irlanda (sobre todo tras su partidazo ante los All Blacks en noviembre) y la incógnita de qué podría ofrecer Francia. Pues bien, dos jornadas después los dos equipos que se jugaron el título el año pasado han caído a manos de los otros dos aspirantes. Sin embargo, pienso que sería un error descartarlas. Especialmente a los ingleses. Sobre todo a los ingleses. ¿Por qué? Aquí van algunas razones.

Regularidad y constancia: Tanto Irlanda como Francia parten con plantillas muy solventes pero la regularidad no ha acompañado a estas selecciones en los últimos tiempos. No tanto a Gales, que aun así sorprendió a todos con una imagen muy pobre en la última jornada en Dublín, pero de los ‘irish’ se puede esperar cualquier cosa. De poner contra las cuerdas a los All Blacks y también acabar humillados contra Australia. Todo en apenas unos días. Además, suelen bajar su rendimiento fuera del Aviva. Más dudas aún despierta aún Francia, con un grupo repleto de debutantes en permanente prueba y del que se desconoce el nivel que puede llegar a dar.
Fuente: RBS Six Nations
Por el contrario, Inglaterra pasó ya esa etapa hace dos años con la llegada de Stuart Lancaster al mando de la Rosa. Entonces, la RFU decidió ‘construir’ un equipo desde cero y competir en 2015 por el Mundial. No importó que se nombrara un capitán con apenas experiencia internacional (Chris Robshaw) ni que el juego distara del deseado. Lo importante era ganar confianza a partir de las victorias para empezar a competir, hacer equipo y a partir de ahí, progresar. El recorrido desde las titubeantes victorias ante Italia y Escocia en 2012 es considerable. Inglaterra es un equipo fiable, con un planteamiento de juego muy definido y, posiblemente, la defensa más seria del campeonato. Pero esta Inglaterra mejora aún si cabe a la que se plantó en la última jornada del pasado año dispuesta a llevarse el Grand Slam (y fue machacada en Cardiff).
Así, ha mejorado con creces algunas lagunas achacables a la Rosa, como era el ataque y su tres cuartos. Lancaster ha apostado por darle una vuelta de tuerca más al juego de su equipo, asumiendo más riesgos al alejarse del ‘ruck’ (donde siguen siendo indomables) y llevando el balón hasta el ala con un juego más dinámico. Además, ha ganado al incluir jugadores letales con el oval, como Billy Vunipola y el segundo centro Burrell. Por el contrario, echa aún en falta la mejor versión de Farrell (sobre todo a la hora de patear), pero a cambio emerge la figura de Danny Care a los mandos, sorprendentemente incontestable hasta el momento.

Año post B&I Lions y calendario

Fuente: RBS Six Nations
Por último, es necesario apuntar dos cuestiones. Una es el hecho de que Francia haya vencido los cuatro últimos torneos disputados tras una gira de los Brittish & Irish Lions (tres de ellos con Grand Slam). Pudiera parecer casualidad, pero también explicaría la baja forma de Gales (gran parte de su selección integró la expedición de los ‘turistas’ por Australia) y la aparente resurrección del XV del Gallo tras varios años nefastos. Un hipotético efecto en la forma de los jugadores apenas afectaría a los ingleses, que cuentan entre sus titulares con pocos ‘leones’.
Y la otra es el calendario, que dicta que tanto Irlanda como Gales tendrán que pasar por Twickenham este año y Francia visitará Cardiff. Inglaterra confía en que sus rivales necesariamente tropiecen y llegar a la última jornada con al menos, las mismas derrotas que sus rivales directos. Irlanda jugaría en París, donde no ha ganado desde el año 2000 e Inglaterra, en cambio, se jugaría el torneo en Roma. Los italianos nunca son un paseo (y menos en los últimos años), pero desde luego no parece mal rival con el que jugarse una última ronda en la que la diferencia de puntos puede ser decisiva. Pero claro, todo esto quedará en papel mojado si el XV de la Rosa, que ya cedió en París y no cuenta ya con margen de error, tropieza antes de tiempo. Algo que difícilmente estará en la cabeza de los ingleses, su capitán Chris Robshaw a la cabeza, en busca de la gloria tras diez años de espera.
Fuente: RBS Six Nations

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